La cara amable de la auto publicación existe. La vorágine del mundo digital y la competencia obliga a reinventar las fórmulas.. Opciones como Amazon Kindle Publishing ponen a disposición de escritores noveles las herramientas, plantillas y guías de ayuda necesarias para dar a conocer tu obra en casi todo el mundo. Una ventana abierta.

De la mayoría diré que es el mismo animal vestido con pieles de renombrados sellos editoriales que envuelven con su prestigio o su popularidad propuestas con el objetivo de ganar dinero.

Las grandes editoriales reciben una media de mil manuscritos al año; es comprensible que el nuestro forme parte de esa columna de papeles que se apila en el fondo de un almacén. ¡Quiero pensar eso!, y que aunque transcurran meses antes de recibir una respuesta “tipo” agradeciéndonos la confianza pero rechazando muy educadamente nuestro manuscrito, forméis parte de ese grupo de escritores tocados por la gracia. Como dice el escritor Mexicano Martín Solares, «Cuando amas lo que haces vives en estado de novela todo el tiempo».

Huelga decir que algunos títulos, sin desmerecer al público que los apoya, bajo mi punto de vista carecen de interés; en un mundo que vive en continua transformación, el tesoro más preciado, la publicidad, como un caballo de Troya se cuela machacando hasta la saciedad el mismo discurso para convencernos del valor de las insulsas y pésimas historias de personajes populares a los que solo les avala su fama. Por desgracia, el doble hándicap de no ser popular ni tener una vida tan interesante como para publicar una biografía antes de los cuarenta, me sitúa en clara desigualdad.

Me reconforta saber que a diferencia de muchas vidas ilustres que tuvieron que luchar sin apoyos ni medios, nunca abandonaron, y yo sin haber peleado, dispongo de herramientas que me permiten dar a conocer mi trabajo antes de merecerlo. Como dijo Simone de Beauvoir,« escribir es un oficio que se aprende escribiendo». Isabel Allende lo tiene tan claro como yo, «escribir es como un músculo, hay que ejercitarlo cada día para poder brillar».

Parafraseando a Stephen King, encontrar el tiempo para leer es obligado si queremos tener las herramientas para escribir. Y como dijo Carlos Fuentes, «tienes que amar la lectura para poder ser un buen escritor, porque escribir no empieza contigo».

No pretendo servir de guía informativa, ni dirigir tendenciosamente la atención hasta esa o aquella página. He dedicado muchas horas de mi tiempo en la búsqueda de la opción que más se ajustaba a mis necesidades y a mis posibilidades. En todo caso he malgastado mi tiempo. Solo necesitáis teclear auto publicación, y una larga lista de páginas, un universo de posibilidades e información se abrirá ante vosotros. Este gigante que es internet ayuda y enseña.

He aprendido que además de las herramientas, en mi caso no demasiadas: un bolígrafo, un cuaderno de gusanillo ( ¡manías!), un buen diccionario en línea, un ordenador, y espacio en la mesa para tanto artilugio, necesito tiempo para leer, corregir, documentarme y organizar las ideas .Después llegará el momento en que mi pequeño mundo comience a girar.

Después llegará el momento de buscar la opción más adecuada para publicar.