Como aficionada a la lectura, me apasiona el papel. Sujetar el libro y pasearlo como un trofeo hasta que me recuesto en la cama, o adopto posturas que ni Swami Vivekananda podría imitar. Pero tengo que reconocer que cada vez me resulta más difícil encontrar un hueco digno y lo suficientemente grande para mi colección de libros. Algunos descansan amontonados en la repisa de un mueble de la cocina.

De nuevo la tecnología acude en mi ayuda. Los E-readers o libros electrónicos, que no e-book (libro en formato electrónico o digital) nos permiten acumular libros y libros. Ordenarlos por etiquetas, categorías, autores, y cientos de criterios de búsqueda que dejan en pañales cualquier intento de clasificación.

En https:\\ archive.org  tenéis a vuestra disposición decenas de enlaces a páginas de interés del mundo de la cultura. Es tan extensa  su oferta que me resulta imposible resumirla. Os invito a conocerla.

En este pequeño universo digital me centraré en el mundo literario. Mi mundo literario. Por desgracia, con este nombre tuvo que cerrar en 2017 una iniciativa que nació del coautor de novelas como Tras el arco de hiedra , Andrés Álvarez Iglesias. A través de una comunidad literaria dedicada a la publicación de textos de autores nóveles y otros consagrados intentaba comunicar al escritor—lector, y dotarles de las herramientas necesarias para que estos pudieran promover su obra. Un proyecto demasiado altruista y ambicioso como para acercarme siquiera…

Con mi modesto granito de arena, solo busco acercaros a mis escritores favoritos, y por supuesto que me hagáis participe de los vuestros.

De todas formas no iba a necesitar el marcapáginas ¡Como siempre los pierdo!, acabo doblando la esquinita del libro de forma que la hipotenusa no enseñe los misterios de la página siguiente.