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Porqué el blog

Empecemos por el principio. Después,  si queréis,  me podéis acompañar en

 LAS ENTRADAS DEL BLOG

By Mar Martínez

En algún momento, todos hemos pensado empezar de nuevo, o lo que es peor, desistir definitivamente en nuestro intento. Max Brod, editor y amigo de Franz Kafka , recibió en herencia unos escritos con la petición de quemarlos a su muerte. Parece ser que Kafka dudaba de su valor, y como el progenitor con su criatura, era incapaz de dañar su obra. Esta historia inspiró un cuento. El mismo que se repite a lo largo del tiempo y de la historia. La duda.

Es complicado. La duda, intrínseca a la naturaleza humana nos desanima, y caemos en la peor de las trampas; vivir en la eterna burbuja de la engañosa imaginación pensando que la inspiración marca la diferencia y también nos diferencia.

Renombrados escritores a lo largo de la historia han sentido el desanimo de ser rechazados una y otra vez. J.K. Rowling envió su manuscrito Harry Potter y la piedra filosofal a mas de 11 editoriales; en todas fue rechazado, hasta que una niña de ocho años vinculada a Bloomsbury Publishing— editorial londinense independiente—, decidió publicarla animada por la opinión de la pequeña. Marcel Proust, llegó a pagar de su bolsillo a una editorial para ver publicada su obra En busca del tiempo perdido. Hoy le ponemos nombre a esta decisión, auto publicación.

 

«No te rindas, aún estas a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, de aceptar tus sombras , enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo».

Pero no tenemos que echar tanto la vista atrás, Javier Castillo comenzó su andadura profesional aprovechando los trayectos en tren. Esa escasa media hora diaria de ida y vuelta a su trabajo las aprovechaba para escribir la primera novela que publicaría en una plataforma de autopublicación, Amazon.

El comienzo, pasa por bajar de las estrellas, no dejarnos llevar por la estela de ingenuidad. Empezar de nuevo comienza por algo fundamental: la lectura y la escritura.

De pequeños, cuando nos enseñaban a leer y escribir, repetíamos hasta la saciedad las letras en los cuadernos de caligrafía o leíamos a viva voz avergonzados en clase. El aprendizaje dependía del estudio, la dedicación y el interés; si le sumamos pasión, seriedad, y la vocación propia del amor a las letras, sentaremos las bases para continuar el proyecto.

El éxito, es relativo. Dependerá en gran medida de lo que estéis buscando: comunicar, éxito comercial o reconocimiento.

Todos hemos discutido alguna vez sobre el éxito de tal o cual cantante que canta como un gato, o de concursantes que con una voz excepcional nunca han llegado al gran público. A veces solo depende de estar en el sitio y el momento justo, y por supuesto de ese algo único que nos diferencia; pero también del marketing comercial y de los ingresos que sea capaz de generar tu obra. Podríamos dedicar una vida entera y no descubriríamos el porqué del éxito. Talento y éxito no siempre van de la mano.

Encerrarte en esos pensamientos es dar vueltas a la noria. Como el burro sin las anteojeras, nos asustaremos ante el reto, y al desviar la mirada hacia los lados, nos distraeremos del camino y dejaremos de verlo; pero recuerda, el camino está ahí. Tú…Sigue, aunque parezca complicado, sigue.

La recompensa no se encuentra en el destino, es el camino.

 

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