Todo convida a amar: fragantes flores, Volubles alas y fecundos nidos: Todo es música blanda a los oídos, Todo a la vista vividos colores. Recomienza la vida sin dolores, Y acelera del pecho los latidos Ver mil mundos brotar desconocidos, Poblados de deleites tentadores.
Cómo encienden los astros sus destellos ¡Cuánto avivan los campos sus matices! ¡Ahora los amores son qué bellos, Y las almas amantes cuan felices! Mas ¡ay! también de esclavizados cuellos Tornan sangre a manar las cicatrices.