Silencio
¿Hablaré a la deidad que me avasalla?
¿Mi alma a sus plantas gemirá cautiva?
¿Afuera sacaré la llama viva
Del grande incendio que en mi pecho estalla?
¿No hablan por mí, mientras mi labio calla,
Turbado el ceño y la mirada esquiva?
¿Y tornó alguna vez la hermosa altiva
Piadoso rostro a esta interior batalla?
¿La diré con palabras mi tormento
Para que muestre en sus divinos ojos
Vago terror o indiferencia suma?….
¡ Silencio, corazón! Sin un lamento
Deja arder en la hoguera tus despojos;
¡Y con la vida, el fuego se consuma!